Hace mucho ya que el deporte es un gran negocio y los fanáticos nos beneficiamos de varias maneras: mejores coberturas televisivas, mejores estadios, mejores espectáculos. También hay beneficios para el deporte mismo: mayores recompensas atraen una base más amplia de la que seleccionar el mejor talento. Pero esa retroalimentación entre deporte y negocio también tiene sus aspectos problemáticos. ¿Qué pasa, por ejemplo, cuando un determinado resultado es percibido por quienes llevan adelante el negocio como más beneficioso? ¿Y qué pasa cuando esas personas cometen el error de comunicar que es así? Eso es lo que acaba de ocurrir con la final de la conferencia del este en la NBA. Esto podía verse en su sitio web más temprano:
Así es. Queremos que gane Miami. Y tenemos el descaro de decir que eso es lo que quieren los "verdaderos fanáticos" del básquet. Desde ya que esto no prueba nada pero si el Heat llega a ganar en un partido con algún fallo arbitral complicado, la sospecha va a ser muy difícil de borrar. Para terminar de decorar el papelón, la corrección hecha no mejora mucho las cosas:
En fin, me voy a ver el final de este partidazo.