Anoche, cuando vi el final del partido entre Boston y Miami, sabía que iba a leer sobre esto al día siguiente. Un niño despidió a los derrotados jugadores del Heat al grito de "¡Good job! ¡Good effort!" y se convirtió en un meme instantáneo, reproducido por todos los blogs de básket de EE.UU.
Para completar el absurdo, el pibe ya tiene su propio fake en Twitter: @goodjobkid.
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