Hace un tiempo, Cristina nos había hablado de las bondades sexuales de la carne de cerdo. Hoy Evo nos cuenta, entre otras barbaridades, que el pollo con hormonas nos provoca inclinaciones homosexuales. ¿Estos son los presidentes progresistas que van a sacar adelante a América Latina? Más que venas abiertas, esto es tener el cerebro partido al medio.
Al final, me quedo con Granata y su "yo no me como ninguna". Aguante Amalia.
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