Como tantas otras veces, hechos absolutamente irrelevantes se convierten en noticia. En esta oportunidad nos enteramos de que a Obama se le ocurrió matar a una mosca de considerable tamaño que lo molestaba en medio de una entrevista (acá se puede ver el video). El hecho no sólo le valió el apodo de "swatter in chief", sino que además, PETA, la asociación que aboga por el trato ético de los animales, elevó una queja pidiendo clemencia hacia los insectos e incluso le regalaron un dispositivo para atrapar insectos y soltarlos fuera del lugar.
La conclusión que arroja la jactancia de Obama tras su insecticidio es que, evidentemente, el presidente estadounidense aprendió del Sr. Miyagi pero no de Norman Bates.
La conclusión que arroja la jactancia de Obama tras su insecticidio es que, evidentemente, el presidente estadounidense aprendió del Sr. Miyagi pero no de Norman Bates.
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