Durante los últimos días se ha desatado un encarnizado debate con algunos compañeros de trabajo (bueno, digamos amigos para que no se ofendan) sobre el uso del ascensor que quiero trasladar al blog en este post.
Primero un poco de contexto: trabajamos en un edificio de doce pisos que tiene una cafetería en el séptimo. Yo trabajo en el décimo. A la vuelta de la esquina de donde están los seis ascensores, hay dos escaleras que pueden utilizarse.
La discusión gira en torno a nuestra valoración sobre la gente que baja o sube un solo piso en el ascensor mientras hay otros individuos a bordo del mismo. La mayoría creemos que está mal, pero nunca falta un contra que decide jugar al abogado del diablo. Pero bueno, si no fuera por él, no estaríamos acá.
Déjenme relatar dos situaciones: hoy tuve que bajar a la librería que está ubicada en la planta baja. Frente a las puertas de los ascensores, había un señor haciendo un llamado en su celular. Cuando el ascensor llega, el muchacho sube conmigo y marca el noveno. Un instante más tarde, se acuerda de algo, dice "ahhh" y se baja. Hizo que se volviera a abrir la puerta y me tuve que comer la parada en el 9. Me contuve lo suficiente como para que mi única reacción fuera decir "¿me estás cargando?". Probablemente (y afortunadamente, supongo) no me haya escuchado.
La segunda situación me ha ocurrido más de una vez. Llegando a trabajar, habitualmente algunos minutos después de las 9, tomo el ascensor al décimo piso. Más allá del resto de la gente que se baja donde está su oficina, el ascensor hace una imprevista parada en el sexto donde alguien que, es cierto, ha llegado más temprano que yo al trabajo, va al séptimo piso a buscar un espumoso capuccino que le ayude a comenzar el día. Sin embargo, son otros los pensamientos de quienes tenemos que hacer las paradas extra porque estamos yendo más arriba.
Este tipo de situaciones se repiten todos los días y nos han ocurrido a todos los que participamos de la discusión. Así, el lector avezado ya se imagina cuál es la pregunta: ¿está bien que personas que no tienen ningún tipo de lesión o dificultad motriz utilicen el ascensor por un solo piso cuando está más que a mano una escalera de no más de diez o doce escalones por piso?
Mi opinión es que no. Por un miserable piso, no seas vago, no jodas a los que lo necesitan más y usá la escalera. Ahora que lo leo en texto, parece más duro de lo que realmente es, pero así es la vida.
El principal argumento en contra es que la gente que necesita desplazarse un solo piso tiene el mismo derecho que el que necesita desplazarse diez. Tal vez sea cierto, aunque la necesidad no es la misma. Por otra parte, se trata de una cuestión de respeto y normas sociales, de consenso. Y, la verdad, todas nuestras normas y leyes son un consenso, desde la misma propiedad privada. Robar y matar están mal porque, de una manera u otra, nos ponemos de acuerdo en que está mal.
Otro argumento es que, para el que va al piso 10, una parada en el piso 2 o en el 9 representan la misma espera. Es cierto, pero con el que va al 9 hay un sentimiento de empatía: necesita el ascensor tanto como yo que voy al 9. Por supuesto, alguno podrá decir que si 9 pisos está bien y 1 está mal, dónde está la línea. Eso es un problema pero no vuelve menos claro que un extremo es aceptable y el otro no tanto.
Por otra parte, establecer una prohibición es demasiado costoso y bastante antipático.
Este artículo propone un mecanismo explícito de escarnio público. Interesante, pero con el defecto fatal de que de todas formas genera una espera al resto de la gente en el ascensor.
La cuestión tiene muchos matices en los que no quiero entrar para no hacer el post interminable. Creo que la pregunta quedó planteada lo suficientemente bien y, aunque ya tuve varias respuestas, espero tener más.