jueves, 22 de mayo de 2008

Lagrange se pone la gorra

Entre los links que hay a la derecha de vuestras pantallas se encuentra uno llamado "Curioso Pero Inútil" que refiere a un blog español de divulgación científica que, aunque últimamente dejó de actualizarse, tiene un foro que continúa activo.

Este post se inspira en (por no decir plagia) uno de CPI que en su momento me llamó particularmente la atención y es el que plantea la posibilidad de cobrar multas por exceso de velocidad en rutas y autopistas utilizando el Teorema de Lagrange, también conocido como Teorema del Valor Medio.

No voy a explicar el teorema en cuestión porque para eso está Wikipedia. Su utilidad en este caso práctico (que seguramente en CPI está mejor explicada) es la siguiente: supongamos dos cámaras fotográficas en dos puntos de la ruta separadas por 50 km. Si estas dos cámaras fotografían a un mismo auto en un intervalo de 20 minutos, el TVM demuestra que dicho auto se encontraba, en algún punto del recorrido, circulando a 150 km/h (50km./0.33horas), es decir, infringiendo el límite de velocidad por lo cual debe ser multado.

La superioridad de este método frente a cualquier otro aplicado actualmente es su capacidad de controlar la velocidad del auto a lo largo de todo el recorrido. Con los métodos tradicionales de radar o luz infrarroja el infractor simplemente debe disminuir la velocidad en un punto pero con el TVM el infractor debe lograr un promedio de velocidad igual o menor al límite permitido con lo cual pierde un poco de sentido excederlo.

Mientras que en CPI se cuestionaba la viabilidad legal de este método, Gustavo Arballo (cuyo blog me convenció de que estudiar derecho no tiene que ser aburrido necesariamente) entiende que no es así y que el método genera pruebas válidas para labrar una infracción.

La idea en sí me parece tan buena que es increíble que a nadie se le haya ocurrido antes y más increíble aún que no se haya puesto en práctica. Incluso hubiera servido para hacérle una multa a Carlos Saúl. Por otra parte, también valdría la pena discutir qué tan útiles son los límites de velocidad pero eso queda para otra oportunidad.

Por último no puedo más que rememorar aquel capítulo de los Simpson en el que Lisa es parte de MENSA y cuando gobiernan la ciudad proponen cosas como que los semáforos sólo tengan luces amarillas y rojas porque la gente va más rápido con el amarillo que con el verde.

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