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martes, 7 de junio de 2011

Me voy a hacer pipí

En Buenos Aires, es muy común encontrar carteles de este tipo en las puertas de bares y restaurantes (aunque este es bastante particular):

Foto robada a Ariel, autoproclamado fotógrafo estrella de LVT.

Lamentablemente para los dueños y gerentes de bares y restaurantes, en la ciudad hay una resolución que permite el acceso público a los baños, más allá del hecho de consumir algo en el establecimiento. Se me ocurre que es una norma que mucha gente desconoce, aunque por ahí me equivoco.

El problema es interesante desde una perspectiva de lo público y lo privado. Supongamos que voy y me siento en una mesa de un bar pero no pido nada. El dueño ¿tiene derecho a echarme? El tipo claramente no me está discriminando; no le importa el color de mi piel sino el hecho de que no puede darle la mesa a un cliente. No se me ocurre una buena razón para que el Estado le impida echarme (si alguien tiene una, escucho con atención). Ahora bien, en el caso del baño, se trata de una necesidad fisiológica y de un uso momentáneo de las instalaciones. Siendo bastante poco económico llenar la ciudad de baños públicos, parece razonable una medida así. Si hay un costo para el establecimiento, es tolerable. Es como un pequeñísimo impuesto a cambio de un gran servicio para toda la sociedad.

Como nota al pie, y teniendo en cuenta que no entiendo nada de derecho, esta ley dice "a partir de las disposiciones vigentes" por lo que supongo que debe haber una norma anterior que garantiza el acceso a estos baños. Por otra parte, hubiera querido linkear directamente al Boletín Oficial de la Ciudad de Buenos Aires pero solo está online desde 1995 y esta resolución es de 1993. Acá hay otro caso.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Sue land

Estados Unidos es, entre otras cosas, la tierra de las demandas. Todo contiene advertencias ridículas para evitar demandas. El sistema de salud gasta fortunas en seguros contra denuncias de mala praxis. Hollywood aprovecha y crea todo tipo de ficciones al respecto.

Desde hace un tiempo, vengo recopilando noticias sobre denuncias insólitas de todo tipo. Algunas, hay que decirlo, tienen también un lado serio. El resultado es este top ten:

10. Un joven coloradense (?) de 19 años se agarró las bolas por encima del pantalón cuando discutía con unas chicas. Lo denunciaron y como resultado terminó en una lista pública de delincuentes sexuales, la misma a la que van los violadores. No me suena muy sensato.

9. Una mujer se cayó en una fuente de un mall por ir escribiendo un mensaje de texto mientras caminaba y denunció al personal del lugar por no ayudarla. También se pidió una investigación sobre cómo se filtró el video.

8. Esta es de color: en Arlington, una mujer pintó un mural con perritos en la pared del lugar donde administra una guardería para perros. El condado argumenta que es publicidad, por lo que debe pagar impuestos. Ella dice que no es publicidad sino solamente arte y los demandó.

¿No dijo que trabajaba en contingencia?

7. Los Sacramento Kings de la NBA denunciaron al fabricante de una de esas pelotas de plástico gigantes porque se reventó una en medio de un entrenamiento y un jugador se lesionó la muñeca al caer.

6. Un hombre pidió un plato con alcaucil en un restaurant y se lo comió todo... literalmente, incluídas las partes del alcaucil que no se comen. Terminó en el hospital y demandó al restaurant por no avisarle cómo debía comer el alcaucil. Así terminamos con instrucciones para retrasados mentales en todo.

Sólo para entendidos

5. Un señor tenía muchas ganas de comer sashimi, pero en el resturant el menú libre era sólo de sushi. Entonces, decidió dejar el arroz al costado cada vez que le servían. El chef rehusó contar eso como sushi y se lo cobró como sashimi, mucho más caro. El argumento del cliente es que era diabético por lo que no podía comer arroz y le clavó una demanda.

4. La cantante Dido fue demandada por el (ahora ex) astronauta que aparece en la portada de su último disco por el uso no autorizado de su imagen. Esto es realmente hacer una denuncia a ver si sacás algo de plata.

Espero que todavía no se hayan aburrido.

3. Un hombre denunció a una compañía alimenticia porque se envenenó con mercurio. El detalle es que contrajo el envenenamiento luego de consumir diez latas de atún por semana durante dos años ya que creía que era "la fuente más saludable de proteínas".

2. Un turista en Las Vegas denunció a una prostituta porque no se quedó el tiempo que había acordado. El problema es que llevar una prostituta a un hotel es ilegal en Nevada, por lo cual esencialmente confesó haber cometido un delito él mismo.

1. Un cliente denunció a un club de strippers porque a una de las chicas se le salió un zapato en pleno baile y le bajó un diente.

Mención de honor a la gran cantidad de demandas como esta, sobre gente que se quema cuando se le derrama el té o café. Para eso, no pidas bebidas calientes y listo.

¿Alguien quiere elegir su favorita?

miércoles, 9 de febrero de 2011

Una breve controversia sobre la libertad de expresión en EE.UU.

La libertad de expresión es uno de los derechos más básicos en cualquier país democrático. En Estados Unidos, es todo un estandarte y, aunque es sujeto de muchos debates, protege acciones como la quema de banderas, la exhibición de imágenes de Obama con bigotitos a lo Hitler y la transmisión de Sixteen and Pregnant.

La primera enmienda en su máxima expresión, frente a la Casa Blanca.

En este contexto, se acaba de resolver un caso judicial en el que una mujer demandó a su ex empleador por haberla despedido como motivo de comentarios críticos y ofensivos que había escrito sobre este último en su perfil de Facebook. El caso fue tratado por la NLRB, una agencia gubernamental que regula las relaciones laborales. Luego de que esta agencia se pronunció a favor de la demandante, se llegó a un acuerdo cuyos términos se desconocen. Debido al punto que quiero hacer, quiero remarcar que en el comunicado (pdf) se establece que la empresa mantenía reglas demasiado abarcativas sobre lo que sus empleados podían hacer en sus comunicaciones personales, en particular en sus blogs.

Ahora bien, todo esto era para hablar de deportes. Ocurre que es muy común que jugadores y técnicos de las diferentes ligas deportivas sean multados por criticar tanto a la conducción de la liga para la cual juegan como a los árbitros. Ocurre por ejemplo en la NFL y en la NBA. Un caso que me llamó la atención fue el de Dwight Howard, que fue multado por $35.000 a causa de un post en su blog donde criticó a los árbitros de un partido.


Lo que me pregunto entonces es ¿cómo puede ser que en el país donde se defiende hasta la muerte la libertad de expresión, nadie se manifiesta en contra de esta práctica? Seguramente tenga que ver que se trata del frívolo mundo del deporte, pero el deporte es algo que apasiona a mucha gente y las pasiones se mezclan con facilidad. Por otra parte, ¿alguien se imagina si a la AFA se le ocurre penalizar a jugadores y técnicos por criticar a los árbitros? Termina toda la primera división presa.

Para terminar, ignoro el lado legal de la cuestión. Aunque entiendo que la primera enmienda sólo protege a los ciudadanos de que el Estado, no otros ciudadanos, avance sobre su libertad de expresión, no sé cómo se regula esto entre privados, aunque el caso de esta mujer me dice que alguna ley o jurisprudencia debe haber. Y sería interesante saber si lo mismo no aplica a los deportistas.

martes, 18 de enero de 2011

Insistiendo

En mi viaje entre DC y Boston pasé por dos tramos de ruta (uno en New Jersey y este en Massachusets) donde el peaje se cobra con estos tickets. Uno recibe el ticket (entregado automáticamente por una máquina) con una perforación marcando la subida en la que entró a la ruta y cuando sale pasa por otra estación de peaje donde se cobra de acuerdo a la distancia recorrida. Con este sistema, si no cobran multas usando el teorema del valor medio, es porque no quieren.


Como observación al margen, la gente maneja consistentemente entre el límite de velocidad yunas 10 millas por hora por encima. El límite en las rutas que transité es de 65 millas por hora (unos 105 km/h). Así, diría que manejan igual o un poquito más despacio que en Argentina, a bordo de mejores autos por rutas en mucho mejores condiciones. Aún así (o mejor dicho, más aun) creo que puede ser útil aplicar este método a discreción por dos motivos: el primero es que de vez en cuando no debe faltar un loco yendo a las chapas y esos son los realmente peligrosos y los que es más fácil agarrar con el TVM; el segundo es que lamentablemente la gente no disminuye la velocidad cuando las condiciones climáticas son desfavorables. Una de las ventajas de usar el TVM es que no hay falsos positivos. Así, insisto, no veo por qué no.

sábado, 15 de enero de 2011

Café café

Desde hace algunos días, hay muchos de estos carteles en las estaciones del metro de DC (la foto la saqué del blog Prince of Petworth):


Lo curioso es que está prohibido consumir bebidas a bordo del metro, exactamente lo que sugiere la publicidad.

miércoles, 12 de enero de 2011

Lo de los huevos iba en serio

Hace casi un año hablé de la prohibición de los huevos Kinder en EE.UU. No era joda. Hoy, en Consumerist, me encontré con esta noticia: una mujer canadiense tuvo problemas con los oficiales aduaneros al intenar ingresar a los Estados Unidos con un huevo Kinder, el cual fue confiscado. En estos días, en que muchos de mis colegas están volviendo de sus viajes por las fiestas, ¡hay que tener cuidado!

jueves, 16 de diciembre de 2010

Desinformación: I'm not lovin' it

Hace un tiempome quejé de una no-noticia publicada por Clarín. Hoy pasó algo parecido pero peor: no sólo la noticia es viejísima sino que además es errónea.

Hoy Clarin dice que San Francisco prohibió la cajita feliz. En realidad, la prohibió hace un mes y medio. En realidad no la prohibió, dijo que solamente se pueden vender menúes con juguetes si contienen menos de 600 calorías y menos del 35% de ellas proviene de grasas (lo cual abarcaba la mayoría pero no todas la opciones de la cajita feliz). Esto está en el cuerpo de la nota pero contradice el título.

Eso no es lo peor, el 15 de noviembre, hace un mes, el alcalde de San Francisco vetó esta prohibición. La cosa ya no corre.

Pero la cosa no termina ahí. Ayer sí hubo una noticia: una asociación civil de California presentó una demanda contra McDonald's por la forma en que comercializa la cajita feliz. La misma no fue presentada en San Francisco sino en Sacramento, la capital de California y, por supuesto, todavía no hay un fallo al respecto.

En fin, el tema es muy interesante porque la obesidad infantil es un problema muy grave. California no es el único lugar donde esto se ha discutido: Wisconsin por el momento rechazó una prohibición similar. Yo me inclino a pensar que la responsabilidad debería pasar un poco más por los padres. Creo que, a diferencia del caso Activia, no hay una declaración falsa (o no comprobada) de que el producto es saludable y nadie obliga a los padres a comprársela a sus hijos.

Pero la agencia que le vendió esa nota a Clarín, le vendió caca. Y la publicaron. Y es que, mientras no encontré esta mala información publicada en otro diario argentino, sí encontré, por ejemplo, la noticia original del 2/11 publicada en un diario peruano y la de ayer, con un correcto recuento de los hechos en uno mexicano.

lunes, 13 de diciembre de 2010

De subterráneos y sindicatos

En mis primeros días en DC, me sorprendió mucho oir numerosas quejas sobre el servicio del Metro. Mi reacción inicial era "se quejan porque no saben lo que es en Buenos Aires". Hoy les doy la razón a aquellos a quienes oí quejarse. Hoy, por ejemplo, pasó esto.

A diferencia de Metrovías, la empresa que administra el metro (y los buses) de DC, WMATA, es pública. La recaudación por venta de boletos apenas cubre algo más de la mitad de los gastos operativos, esto es, sin contar ningún tipo de obra o adquisición de equipamiento nuevo. Así, los problemas financieros son importantes y los problemas políticos también.

Pero por esta vez quiero dejar eso de lado y centrarme en el sindicato. A diferencia de Argentina, en EE.UU. la afiliación sindical no es obligatoria. En este contexto, una herramienta que los sindicatos utilizan habitualmente para mantener afiliados es hacer que los trabajadores valoren la antigüedad en el mismo (en inglés, seniority). Así, uno quiere afiliarse al sindicato lo antes posible y no irse nunca. Una forma de implementar esto es permitir que aquellos con antigüedad elijan qué trabajo hacer y le dejen el resto a los jóvenes.

En el caso del Metro de DC, el objeto de esta práctica es el mantenimiento de las escaleras mecánicas, cuya asignación de mecánicos rota cada seis meses. Así, los mecánicos con antigüedad eligen trabajar en aquellas escaleras que saben que están en mejores condiciones y no hacen nada: en seis meses se la encajan a otro. Peor aún, los nuevos que tienen que trabajar en una escalera hecha pelota, no tienen incentivos para arreglarla: dentro de seis meses se van a tener que dar la cabeza con otra igual. Así, la situación de las escaleras mecánicas es un desastre y estas no son una mera comodidad: ya han causado accidentes con heridos y son necesarias dada la profundidad de muchas estaciones (una de ellas esta ubicada a tal profundidad que sólo es accesible por ascensores). Ah, más tarde se desató un escándalo porque se filtró que la empresa era consciente de que un accidente así era inminente.

Esta falta de incentivos afecta también a quienes hacen el mantenimiento de seguridad de los trenes (tanto más grave, sobre todo pensando en que el año pasado hubo tres accidentes fatales) y a la fuerza de seguridad (otro ejemplo).

Los derechos de los trabajadores también son un aspecto de suma importancia en este asunto, pero cuando los líderes del sindicato equiparan el despido de un empleado por cometer un acto criminal al volante con esclavitud, la cosa fue demasiado lejos.

La primera conclusión es que los problemas de agencia (horrible traducción, por cierto) existen en todos lados y pueden ser muy dañinos. Como decía Frank Sobotka, sin seniority no hay sindicato. El primer desafío es encontrar un contrato aceptable para el sindicato (a.k.a. incentive compatible) que no genere estos incentivos tan perversos que ponen en riesgo la vida de la gente que va a trabajar todos los días. El segundo desafío es ponerlo en práctica.

"Seniority, mims, seniority. There ain't no union without it, brother."
Frank Sobotka

domingo, 28 de noviembre de 2010

¡¡Vete a tu alcoba Lisa!!

"Mamá, la prohibición es impopular pero es la ley y debemos obedecerla" decía Lisa en un gran episodio. Lamentablemente, nuestras sociedades recurren muy frecuentemente a la prohibición para solucionar sus problemas, sea porque realmente creen que esta funciona perfectamente o por una cuestión de principios, es decir, de creer que no debe ser legal aquello que es incorrecto, más allá del aspecto práctico.

Sin embargo, creo que la realidad nos muestra demasiados indicios de que la prohibición tal vez no sea la forma de solucionar algunos problemas realcionados a la conducta de los ciudadanos. Desde un punto de vista pragmático, el gran problema es que nunca existirá un contrafáctico ideal para contrastar este tipo de decisiones.

"Te atraparé, Barón de la Cerveza"

Dentro de la evidencia que es posible obtener, este estudio realizado en Inglaterra afirma que quienes crecimos en un hogar donde se bebe alcohol moderadamente delante de los hijos, somos menos propensos a beber en exceso (binge drinking). Otro estudio afirma que una actitud más abierta y realista en los padres hacia el sexo con los hijos adolescentes (en particular permitir que duerma con su pareja en la casa) puede contribuir a una actitud más responsable hacia el sexo por parte de los menores. Finalmente, ya es famoso el caso de Portugal, que despenalizó la tenencia para consumo personal (no el tráfico) de drogas y ha mostrado resultados positivos en términos de crimen relacionado. En tanto, las calles no se han llenado de gente drogándose.

Sin que esto lleve a la anarquía total, creo que debería considerarse un poco más, y desde una perspectiva pragmática, si prohibir algo es la solución a un problema, así sin más. Especialmente, sería bueno que lo piense un país muy poderoso que está entre los que requieren la edad más alta para poder beber alcohol, que tiene la tasa de embarazo adolescente más alta del mundo desarrollado y que gasta cantidades monstruosas de dinero en una guerra contra las drogas de dudosa eficacia.

"Por el alcohol, la causa... y la solución de todos los problemas de la vida."

domingo, 11 de abril de 2010

¿Mala leche?

Desde hace un tiempo que tomo un colectivo en Alem y Córdoba y muchas de esas veces me encuentro con algún camión de La Serenísima estacionado sobre la mano izquierda de la división más cercana a las veredas, como se ve en las fotos. ¿Me equivoco o esos camiones están mal estacionados? Lo que es seguro es qe entorpecen el tránsito por Alem, que está bastante poblada de transporte público. Así que o es trabajo para la policía metropolitana o para que cambien las normas. Las tres fotos están tomadas cerca del mediodía por lo que están fuera del horario permitido para descargas. Por las patentes, son diferentes camiones cada vez.

Esta es del 03/12/2009. El de la Partner aprovechó y estacionó adelante.

Esta es del 26/03/10. Nunca vi a nadie en los camiones ni tampoco vi ninguna carga o descarga.

La última, del 09/04/10. Ese día había otro camión más, estacionado unos 30 o 40 metros más atrás, siempre entre Córdoba y Paraguay.

viernes, 26 de marzo de 2010

Y ponga huevo

No, este no es el cuarto post consecutivo sobre fútbol, ya voy superando la fiebre del superclásico, al menos en lo que al blog respecta. Este post es para celebrar que los Argentinos podemos adquirir algo que los estadounidenses no. No es dulce de leche, no es yerba mate, no es viveza criolla, son los huevos Kinder.

¿Cómo es eso? Resulta que una ley de 1938, que por supuesto continúa vigente, prohibe en el país del norte que cualquier producto comestible contenga elementos no comestibles totalmente ocultos en su interior, obviamente por el riesgo de ahogarse. Todos sabemos que este es el caso de estos deliciosos huevos de chocolate que durante la fiesta menemista costaban una moneda nada más. Pero, realmente, ¿alguien se imagina algún riesgo de ahogarse mordiendo un huevo Kinder? Tal vez esto abre un mercado para los chocolatines Jack, que Ricky podría explotar.

Por supuesto, la implementación de este tipo de prohibiciones es casi imposible y mucha gente en EE.UU. logra conseguir huevos Kinder aunque no sin dificultad, como comentan acá (que es donde me enteré de esto). No es por sonar como un economista con el disco rayado pero una vez más el mercado se impone, con el esperado incremento del precio.

jueves, 22 de mayo de 2008

Lagrange se pone la gorra

Entre los links que hay a la derecha de vuestras pantallas se encuentra uno llamado "Curioso Pero Inútil" que refiere a un blog español de divulgación científica que, aunque últimamente dejó de actualizarse, tiene un foro que continúa activo.

Este post se inspira en (por no decir plagia) uno de CPI que en su momento me llamó particularmente la atención y es el que plantea la posibilidad de cobrar multas por exceso de velocidad en rutas y autopistas utilizando el Teorema de Lagrange, también conocido como Teorema del Valor Medio.

No voy a explicar el teorema en cuestión porque para eso está Wikipedia. Su utilidad en este caso práctico (que seguramente en CPI está mejor explicada) es la siguiente: supongamos dos cámaras fotográficas en dos puntos de la ruta separadas por 50 km. Si estas dos cámaras fotografían a un mismo auto en un intervalo de 20 minutos, el TVM demuestra que dicho auto se encontraba, en algún punto del recorrido, circulando a 150 km/h (50km./0.33horas), es decir, infringiendo el límite de velocidad por lo cual debe ser multado.

La superioridad de este método frente a cualquier otro aplicado actualmente es su capacidad de controlar la velocidad del auto a lo largo de todo el recorrido. Con los métodos tradicionales de radar o luz infrarroja el infractor simplemente debe disminuir la velocidad en un punto pero con el TVM el infractor debe lograr un promedio de velocidad igual o menor al límite permitido con lo cual pierde un poco de sentido excederlo.

Mientras que en CPI se cuestionaba la viabilidad legal de este método, Gustavo Arballo (cuyo blog me convenció de que estudiar derecho no tiene que ser aburrido necesariamente) entiende que no es así y que el método genera pruebas válidas para labrar una infracción.

La idea en sí me parece tan buena que es increíble que a nadie se le haya ocurrido antes y más increíble aún que no se haya puesto en práctica. Incluso hubiera servido para hacérle una multa a Carlos Saúl. Por otra parte, también valdría la pena discutir qué tan útiles son los límites de velocidad pero eso queda para otra oportunidad.

Por último no puedo más que rememorar aquel capítulo de los Simpson en el que Lisa es parte de MENSA y cuando gobiernan la ciudad proponen cosas como que los semáforos sólo tengan luces amarillas y rojas porque la gente va más rápido con el amarillo que con el verde.