Esta mañana, en el viaje en subte al trabajo, me encontré con este señor que, probablemente, se dirigía hacia las adyacencias de la Casa Blanca. Este tipo de protesta, si se le puede llamar así, es cosa de todos los días en 1600 Pennsylvania Avenue.
"Existen en el hombre o en su alma, quizás en el fondo de sus ojos, sentidos con un tal poder de discernimiento, que frente a ellos la lógica corriente, la psicología de laboratorio, es tan primitiva y grosera como el juego de un principiante de quinta categoría de ajedrez comparado con el efectuado en el tablero por un Alekine o un Tartakower". Roberto Arlt, "El Amor Brujo"
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lunes, 16 de julio de 2012
lunes, 14 de mayo de 2012
Qué hambre
Esta foto la saqué el fin de semana pasado en el metro (o subte, como más les guste) de Washington DC.
(click para ampliar)
La mujer que está sentada delante mío tiene en su gorra un pin que pertenece a una ONG cuyo objetivo es que no haya niños hambrientos en Estados Unidos. El pin está puesto en una gorra de Shake Shack, un lugar donde los niños algo más afortunados van a volverse obesos y diabéticos. Las dos caras de una misma moneda.
jueves, 10 de mayo de 2012
martes, 21 de febrero de 2012
domingo, 30 de octubre de 2011
Los bomberos menos locos del mundo
El hecho que paso a relatar ocurrió hace casi un mes pero recién me digno a publicarlo ahora. Así es la vida. Resulta que una noche de lunes salí a cenar a un restaurant a pocas cuadras de casa. El local en cuestión estaba en la planta baja de un edificio de oficinas. Mientras estábamos pidiendo lo que queríamos comer, la alarma de incendio interrumpió nuestra conversación con la mesera y, en el país de "la seguridad primero" significó, por supuesto, que debimos evacuar el restaurant dejando atrás nuestros aperitivos.
Hasta aquí, la historia no hubiese sido más que una insignificante anécdota de mala suerte, pero a continuación ocurrió lo impensado. Se abrieron las puertas del cuartel de bomberos para perimitir la salida de la autobomba y esta arrancó raudamente... ¡en sentido contrario al del restaurant! Ocurre que el lugar de la alarma estaba a unos diez metros del cuartel, pero sobre una calle de mano única y en sentido contrario a la circulación de los autos. Lo cierto es que los bomberos terminaron dando toda la vuelta a la manzana (una vuelta bastante larga, por cierto, que tomó al menos un par de minutos) para llegar a un lugar próximo al de partida. No sé a ustedes, pero a mí me resultó insólito.
Acá hay un breve video del hecho consumado. Como era de noche y tal vez no se ve bien, va también una captura de Google Maps. La imagen mira a donde estaban los bomberos y en el mapa de abajo está marcado el restaurant, como pueden ver, justo atrás. Si entran al link, pueden darse vuelta en la street view y apreciar la distancia.
jueves, 8 de septiembre de 2011
Cómo la (mi) vida imita a los Simpson (XXII)
Los sucesos que paso a relatar ocurrieron hace tan solo tres horas. Resulta que, apenas pasadas las ocho de la noche, luego de cenar (sí, ceno en horario estadounidense), me disponía a ver televisión cuando se disparó la alarma de incendio del edificio. Fue la segunda vez en diez días y, si no me falla la memoria, la cuarta vez que me ocurre en el año y monedas que viví aquí (y recuerdo al menos una vez más en la que yo no estaba en casa pero mi novia sí). Ante la alarma, uno debe evacuar el edficio, pero la verdad que después de un terremoto y un huracán, uno no se asusta fácilmente. Para colmo, estaban cayendo maridos, que es el equivalente a soretes de punta que uno puede contar en una reunión con sus suegros, según me enseñó una amiga colombiana. Así las cosas, no fui el único escéptico: me asomé a la ventana, solo para encontrar a varios vecinos con mi misma actitud. Sin embargo, transcurrieron varios minutos, la alarma no paró y llegó una segunda autobomba, ante lo cual decidí bajar, no sin antes ponerme una campera de lluvia y twitear lo que estaba ocurriendo desde mi computadora.
Para cuando llegué a la planta baja, parecía que todos los habitantes del edificio ya estaban ahí. Por suerte no me dio mucha vergüenza ser el último en llegar. Algunos bomberos recorrían los pasillos sin demasiada prisa, cuando la alarma se detuvo. Claro, la Ley de Murphy, ¿no? Era cuestión de bajar para que se termine todo. Bueno, no. A los dos segundos, el timbre comenzó a sonar nuevamente. Pero esto no pareció alertar ni a los bomberos ni al conserje. Y acá es donde se las hago corta: en la planta baja hay un tablero que indica con luces en qué piso y sector se disparó la alarma. En este caso, ninguna luz de un piso estaba encendida. Los bomberos recorrieron todo el edificio sin encontrar un foco de incendio ni nada parecido pero cada vez que apagaban la alarma, se volvía a disparar.
A esta altura, espero que ya hayan trazado el pararlelo con cierto episodio de los Simpson. Mientras esperaba, filmé un par de videos con el celular, que pego a continuación. El primero, comienza a la tercera o cuarta vez que la alarma se apagó. A los pocos segundos vuelve a sonar y se ve, al otro lado de la sala, el antedicho tablero. La luz roja que titila, indica de qué lado del edificio se disparó la alarma, pero faltaría una segunda luz que indique en qué piso. Esta parte es bastante aburrida pero sirve para notar el volumen relativo de una voz humana respecto de la alarma.
La segunda parte comienza en otra interrupción de la alarma. En este punto, calculo que iban más de veinte minutos desde la primera vez que sonó y se puede ver que la frustración llegó al punto de que la gente decidió volver a sus departamentos aunque la alarma seguía sonando. Alrededor de los 30 segundos, la alarma vuelve a detenerse, solo para regresar unos segundos más tarde. Así, todos vuelven a su casa a seguir bancándose el ruido.
Yo me quedé unos minutos más, luego de los cuales uno de los bomberos le pidió al conserje que llamase a un técnico para resolver el problema. Ahí pensé que la cosa podía dar para largo y el hecho de que los bomberos estaban dejando que la gente usase los ascensores me hizo desestimar cualquier posibilidad de peligro así que volví a mi departamento a exigir a los escuálidos parlantes de mi LCD para poder escuchar por encima de la alarma. Lamentablemente, esto me privó de capturar en video el lapso de menos de un minuto en el cual la alarma se detuvo y volvió a sonar tres veces.
El timbre se apagó definitivamente unos 45 a 50 minutos después del puntapié inicial, según mis cálculos. Puede que no les parezca tanto como para escribir este post, pero piensen que con esa alarma sonando y suficiente lluvia afuera como para que se decrete una alerta de inundación, se sintieron como horas. Para ese entonces, uno ya pensaba, como Marge, "tendremos que aprender a vivir con él". No sé cuál fue el problema ni cómo lo arreglaron pero para mí que llamaron al señor Ding Dong.
lunes, 5 de septiembre de 2011
Apostillas (XXXIII)
Al revés que la Barcelona, las Apostillas son cada vez menos semanales, pero bueno, es lo que hay:
- Dos economistas realizaron un experimento y concluyeron que dar prioridad en las listas de espera para donación de órganos a quienes son donantes registrados aumenta la cantidad de gente que se registra como donante.
- Según dicen, comer menos ayuda a vivir más pero no se sabe muy bien por qué.
- Una discusión desde la teoría de juegos de la regla que dejó afuera a Usain Bolt de la final de los 100m llanos en el mundial de atletismo. No es sencillo diseñar las reglas de una competición.
- Una aplicación de iPhone para subastar tu lugar de estacionamiento. Como bien acota Mankiw, significa que las ciudades los están vendiendo demasiado baratos. Mientras tanto, un profesor canadiense renunció porque no consiguió un lugar para estacionar en el campus.
- Cómo matar a Hewlett Packard en un año. Vale la pena leerlo.
- En el aeropuerto de Londres están estudiando cómo aprovechar el software que el equipo McLaren de F1 desarrolló para calcular el timing de las paradas en boxes para agilizar la circulación de los aviones.
- Una curiosa paradoja de las redes sociales: si bien pueden servir para conocer más gente, nos llevan a conocer gente cuyos valores e intereses se parecen a los nuestros y eso debe tener algún efecto en quiénes somos.
- Una nueva idea para combatir el dengue: en lugar (o además) de combatir la propagación del mosquito, se busca infectarlos con una bacteria que impide que el virus se reproduzca en su interior. El problema es implementarlo fuera de un laboratorio. Leyendo el artículo aprendí que el método que tienen los científicos para infectar al mosquito es inyectarse a ellos mismos y luego meter el brazo en la caja donde están los mosquitos. Eso es sacrificarse por la ciencia.
- ¿Por qué nos gustan tanto los deportes? Porque se parecen a la vida, pero con una diferencia clave: queda bien claro quién gana y quien pierde.
- Un papeloncito de The Economist: Vancouver cayó en su ránking de cuidades para vivir debido al cierre de un puente que no queda ni cerca de Vancouver.
Una ganga este pijama de Mario a cero dólares. Y a eso se los llevaron nomás, aunque la nota cuenta que, al menos en EE.UU., no hay una obligación legal de honrar el precio de la etiqueta.
- En un torneo de ajedrez en Rusia, apareció un ignoto jugador que le empezó a ganar a los maestros. Decidieron sacarle su maletín y su lapicera y perdió cuatro partidas seguidas. ¿Estaba haciendo trampa?
- En España, propusieron reformar la constitución para corregir un error de ortografía. Y después me dicen a mí.
- No podía dejar pasar el insólito caso del cumpleaños del preso festejado en la comisaría donde estaba detenido.
- Este artículo cuenta que mamarse se ha vuelto parte de la cultura laboral en China hasta el punto de que a veces es parte de las tareas requeridas.
- En todos lados se cuecen habas. En Washington, además, construyeron un puticlub con fondos que eran para una ONG que ayudaría a pacientes con HIV.
- Otra de DC: la defensora de una acusada de homicidio argumentó que la acusada actuó fuera de sí debido a golpes en la cabeza recibidos jugando al fútbol. Cuánta creatividad.
- Otro caso de correlación contra causalidad. Un artículo que afirma que si un estadounidense alcanza un alto nivel educativo y tiene un matrimonio duradero, difícilmente será pobre. ¿No será alvesrre?
- Un error extremadamente desafortunado en el menú de un restaurant de Washington DC.
- ¿Qué me contás de este invento? Un condón en spray. Siempre a la medida de... las circunstancias.
- A un policía de New México lo agarró una cámara de seguridad teniendo sexo con una mujer sobre el capó de su auto mientras un chihuahua miraba y con el uniforme puesto.
- Si un día tengo hijos, creo que voy a considerar educarlos en casa. En Mendoza, una maestra amordazó a algunos de sus alumnos; en Colombia, hipnotizaron a los alumnos y no los pudieron despertar y en Perú, la maestra los amenazó con que les iba a hacer beber orina. Entre la primera y la última, comparten el hijo de puta de la semana.
- La increíble historia del hombre que recuperó la audición gracias al terremoto (vía, por si no se ve el video en el otro link).
- Un tipo tuvo la genial idea de esconder las joyas y oro de su mujer en bolsas de basura. Ya se imaginan dónde terminaron las joyas.
- La boluda de la semana es esta mujer que volcó en su auto porque se distrajo al insultar a otro conductor.
jueves, 1 de septiembre de 2011
Un error inconveniente
En el edificio donde vivo, se está haciendo una obra en los caños de agua, la cual ya se retrasó un par de veces, lo cual resultó en sucesivos cortes del suministro de agua caliente. Para comunicar esto, suelen dejar unas notas en cada departamento. Esta es la última:
Qué garrón que se comió el que se cagó encima por culpa de la falta de agua.
jueves, 25 de agosto de 2011
96
En una hamburguesería local, te dan una de estas tarjetas con un número para esperar tu pedido:
En aquellas cuyo número se puede confundir cuando se la gira 180º, le marcaron la base con un fibrón negro. Un ejemplo es el de la foto de acá arriba, con el número 96, que en la foto de abajo podemos ver que, al girarla 180º se lo puede confundir con un ... ¡96!
lunes, 8 de agosto de 2011
Apostillas (XXXI)
Otra vez con alguna tardanza pero aquí están:
- Vía Tyler Cowen llego a esta insólita noticia: en Ucrania literalmente trozan los autos antes de importarlos para ahorrar en impuestos (las partes de autos se gravan a una tasa inferior a los autos terminados). Más allá de lo loco que es, ilustra lo difícil que es muchas veces regular la actividad económica, en particular cobrar impuestos, sobre todo cuando no solo se busca recaudar sino también establecer ciertos incentivos (la diferencia de tasas busca incentivar la producción nacional de autos, que necesariamente requerirá de la importación de partes).
- Interesante, aunque incompleto, análisis desde la teoría de juegos sobre por qué los pandilleros (gang members) utilizan colores o señales que los identifican como tales. Si bien se están identificando como criminales, lo cual puede parecer poco inteligente, se están identificando como criminales capaces y peligrosos, lo cual puede ser provechoso en la actividad.
- En las cárceles italianas, prohibieron a los presos usar ropa de marca para quitarles un símbolo de estatus a los mafiosos.
- La librería pública de Nueva York lanzó una promoción fantástica: por cada 15 minutos que un socio pase en la sala de lectura durante el verano, se le perdona un dólar de sus multas por atraso en una devolución. (Esta y la anterior fueron vía Freakonomics)
- Cuando el Barcelona llegó a DC para jugar el amistoso contra el Manchester United, el equipo quiso salir a trotar por el National Mall, un gran parque rodeado de museos, en las cercanías del Capitolio y la Casa Blanca. La policía no los dejó continuar con el ejercicio porque consideraron que era una amenaza a la seguridad pública, dado que había demasiada gente. En fin.
Aparentemente, esto circula por las calles de DC.
- Muchas cosas se dijeron últimamente sobre las locuras del Tea Party. Acá hay otra más: en Florida, se mostraron en contra de la protección hacia los manatíes. La cita con que se cierra la nota es imperdible: "si los movimientos ambientalistas hubiesen existido en la época de los dinosaurios, viviríamos en Jurassic Park".
- El ex NBA Samaki Walker fue parado por la policía mientras manejaba y no tuvo mejor idea que intentar tragarse la marihuana que llevaba encima.
- Un momento tierno: la increíble historia del patito que superó la depresión de la soledad gracias a un espejo. (vía)
- Un canal de televisión de Chicago fue a cubrir un tiroteo y obtuvo una declaración de un niño que vive en el barrio. Lo pasaron al aire diciendo que él también quería un arma pero editaron la parte donde decía que la quería para ser policía. Acá el video. Como decía Turf, el material sin editar es la verdad.
- No sé qué es peor, que los de Tiempo hayan puesto que un índice que toma valores entre cero y uno es igual a 5,5 o la mentira que denuncia Luciano Cohan en el post.
- Muy buen post de ELY para alimentar el debate de si los porteños votaron a los globos. Claro que, de ser así, quienes votaron a otros candidatos hicieron lo mismo y Macri (o Durán Barba tal vez) simplemente ganó en ese juego.
- Ale me mandó la noticia de un cordobés de 13 años que inventó un secuestro que movilizó hasta a la SIDE.Pero, como siempre, las cosas se hacen mejor en el primer mundo, por ejemplo en Alemania, donde una chica de 10 años se hizo un desastre en el pelo y para que los padres no la retaran inventó que había sido secuestrada por un tipo con un par de tijeras.
La chica no está embarazada, tiene una rara enfermedad que le pone la zapán así cuando come.
- Imagínense que van manejando por la ruta cuando una serpiente empieza a reptar por el capó del auto. Ahora véanlo en video.
- Cuentan aquí que un paciente fue atendido por una inflamación en la vejiga y los doctores hallaron una velita de cumpleaños entera dentro de dicho órgano. Lo que sigue es oro puro: "Cuando se le preguntó al paciente si la había introducido él mismo en la uretra, admitió a regañadientes que dos días antes, estando ebrio, tuvo sexo con una prostituta que no podía pagar. Ella, enojada, le insertó la vela mientras él dormía."
- Este muchacho se quedó dormido en el asiento del acompañante de su auto, estando ebrio o drogado. Esto no sería tan grave si no lo hubiera hecho mientras su hijo de 8 años manejaba el auto. Supongo que califica como el hijo de puta de la semana.
- Después de chocar contra una casa, provocando daños relativamente serios, un hombre de 56 años escapó y se escondió en un baño químico, donde se cubrió de desechos humanos y de lo que sea que tienen esos baños, para que los perros de la policía no lo pudiesen oler. Lo agarraron igual.
- El boludo de la semana lo encontré acá y también está en video:
domingo, 20 de marzo de 2011
El mito de la calle J
Las calles de Washington DC están divididas en cuatro cuadrantes, en cada uno de los cuales se dibuja una grilla en la que las calles que van de norte a sur llevan números y las que van de este a oeste, letras. Las avenidas diagonales llevan nombres de los diferentes estados de EE.UU. Una curiosidad de esta grilla, es que en ninguno de los cuatro cuadrantes hay una calle J, como se puede ver en la imagen.

A raiz de esto, se generó un mito urbano que dice que Pierre L'Enfant, quien diseñó el plano de la ciudad, tenía un fuerte rencor contra John Jay por ciertos acuerdos que este firmó con los británicos y que perjudicaron a los franceses y como el apellido de Jay se pronuncia como la letra jota y por eso dejó esta letra afuera de la grilla. Pero esta historia no tiene asidero (los acuerdos en cuestión se firmaron un par de años después de que L'Enfant presentar el diseño de la ciudad) y la verdadera explicación es bastante menos pasional.
Ocurre que, en inglés, la letra jota solía pronunciarse igual que la i. De hecho, muchas palabras que acutalmente se escriben con jota, se escribían antiguamente con i. Por eso, los diseñadores pensaron que tener ambas calles, especialmente una al lado de la otra, se prestaría a confusiones y dejaron afuera a la pobre jota.

A raiz de esto, se generó un mito urbano que dice que Pierre L'Enfant, quien diseñó el plano de la ciudad, tenía un fuerte rencor contra John Jay por ciertos acuerdos que este firmó con los británicos y que perjudicaron a los franceses y como el apellido de Jay se pronuncia como la letra jota y por eso dejó esta letra afuera de la grilla. Pero esta historia no tiene asidero (los acuerdos en cuestión se firmaron un par de años después de que L'Enfant presentar el diseño de la ciudad) y la verdadera explicación es bastante menos pasional.
Ocurre que, en inglés, la letra jota solía pronunciarse igual que la i. De hecho, muchas palabras que acutalmente se escriben con jota, se escribían antiguamente con i. Por eso, los diseñadores pensaron que tener ambas calles, especialmente una al lado de la otra, se prestaría a confusiones y dejaron afuera a la pobre jota.
lunes, 7 de marzo de 2011
¿Entrada o no entrada?
sábado, 5 de marzo de 2011
Ah, ahora sí
El mes pasado publiqué una foto de un aviso que proponía tomarse un café en el metro, lo cual está prohibido. Resulta que lo corrigieron y ahora nos invitan a tomarnos un café después de nuestro viaje:

viernes, 4 de marzo de 2011
El interesante y único mundo del Slug Line
Una de las características distintivas de la geografía urbana estadounidense es el modelo de vida suburbano, es decir, los barrios de casas, típicamente para gente de clase media y media-alta ubicados en las afueras de la gran urbe y unidos con esta por autopistas. Cuidado que no estamos hablando sólo de localidades adyacentes a la ciudad sino también a distancias que pueden superar los 50km.
Esto genera una gran dependencia del automóvil para llegar a trabajar, pues es difícil pedirle a una red de transporte público que cubra un área tan grande y tiene, a su vez, como consecuencia, serios problemas de tránsito y de contaminación ambiental.
Una de las respuestas a esta situación es bastante conocida: el carpooling. Se llama así al hecho de compartir el auto con otras personas para ir al trabajo. Muchos gobiernos han buscado incentivar esta actividad a través de los carriles de alta ocupación, que son carriles en las autopistas que, en hora pico, sólo pueden ser transitados por vehículos con dos (o a veces tres) o más pasajeros. Personalmente, soy escéptico respecto de que esta intervención tenga un efecto neto positivo, pues causan una mayor congestión a todos los demás. Pero la idea de este post es contar una variante bastante original del carpooling que surgió en DC hace más de 35 años, poco después de que se establecieran carriles de alta ocupación y que el precio de la nafta se fuera a las nubes: el Slugging o Slug Line.
Esto genera una gran dependencia del automóvil para llegar a trabajar, pues es difícil pedirle a una red de transporte público que cubra un área tan grande y tiene, a su vez, como consecuencia, serios problemas de tránsito y de contaminación ambiental.
Una de las respuestas a esta situación es bastante conocida: el carpooling. Se llama así al hecho de compartir el auto con otras personas para ir al trabajo. Muchos gobiernos han buscado incentivar esta actividad a través de los carriles de alta ocupación, que son carriles en las autopistas que, en hora pico, sólo pueden ser transitados por vehículos con dos (o a veces tres) o más pasajeros. Personalmente, soy escéptico respecto de que esta intervención tenga un efecto neto positivo, pues causan una mayor congestión a todos los demás. Pero la idea de este post es contar una variante bastante original del carpooling que surgió en DC hace más de 35 años, poco después de que se establecieran carriles de alta ocupación y que el precio de la nafta se fuera a las nubes: el Slugging o Slug Line.
El Slugging no es más que una suerte de carpooling espontáneo que residentes de Northern Virginia crearon para ir a trabajar a DC, en la cual aquellos que desean manejar levantan pasajeros en paradas establecidas en lugares clave, quienes se bajan usualmente en la parada más cercana al destino del conductor. No existe ningún tipo de retribución por esto sino que se basa en la reciprocidad: el conductor necesita a los pasajeros para poder utilizar los carriles especiales y así llegar más rápido. Además, hay reglas implícitas por las cuales no se debe comer, beber o fumar en el auto, ni tampoco tocar la radio o el aire acondicionado.
Realmente, como fenómeno sociológico, el slugging es notable, ya que no tiene ningún tipo de organización centralizada, aunque sí está reconocido por el gobierno de la ciudad que, por ejemplo, pone carteles en la vía pública indicando las paradas de carga y descarga de pasajeros. Además, tiene un sitio web no oficial que incluye, por ejemplo, un foro de "lost & found" para aquellos que se olvidan un objeto en el auto de quien los lleva. Su sobertura es impresionante y se puede ver en este Google Map. A la vuelta de mi trabajo hay una parada y uno de los recorridos supera los 43km. Lamentablemente, no vivo tan lejos como para probarlo.
Finalmente, está claro que esta práctica no está exenta de riesgos: algunos sluggers dicen haber tenido problemas con la policía y hace unos meses surgió una noticia sobre un conductor que empezó a manejar como loco y casi se mata con algunos pasajeros a bordo. Resultó ser un ex militar con problemas psicológicos. Así y todo, es una forma muy original de ahorrar recursos.
jueves, 24 de febrero de 2011
Bache
Como para agregarle color a su pésima temporada, los Washington Wizards le dieron a Andray Blatche una camiseta con su nombre mal escrito.
Y no es la primera vez que hacen cagadas con una camiseta. El mes pasado le tocó a Mustafa Shakur, aunque con el atenuante de que lo habían contratado el día anterior y lo tuvieron que hacer de apuro.
Otra para reírse fue la de Kevin Seraphin, que entró a un partido con los pantalones puestos al revés.
Para cerrar, debo recordar lo que ha ocurrido anteriormente con otros equipos deportivos de Washington DC. ¿Habrá alguna relación?
Otra para reírse fue la de Kevin Seraphin, que entró a un partido con los pantalones puestos al revés.
Para cerrar, debo recordar lo que ha ocurrido anteriormente con otros equipos deportivos de Washington DC. ¿Habrá alguna relación?
sábado, 19 de febrero de 2011
Ascensorear
Hace unos días planteaba una extremadamente irrelevante pregunta acerca de por qué tenemos verbos para designar ciertas maneras de transportarnos y no otras. En inglés ocurre algo parecido, pero un muchacho de DC rehúsa aceptarlo y por eso no va en ascensor sino que "eleva" (?).

lunes, 31 de enero de 2011
Park Ji-Sung
La homonimia designa la semejanza en la escritura o pronunciación de dos palabras de significado diferente. Es una cualidad que puede traer problemas cuando uno usa traductores automáticos, como ocurrió en este caso. Les faltó una foto del jugador coreano para completar.
Gracias a Nico por el aporte, quien además me cuenta que ya le pusieron un parche para arreglarlo.
sábado, 15 de enero de 2011
Café café
Desde hace algunos días, hay muchos de estos carteles en las estaciones del metro de DC (la foto la saqué del blog Prince of Petworth):

Lo curioso es que está prohibido consumir bebidas a bordo del metro, exactamente lo que sugiere la publicidad.
Que aparca
Se está volviendo habitual encontrar carteles traducidos al castellano de esta manera en DC. Este es una colaboración de GV (¡gracias!). Lo raro es que parece que el texto traducido al castellano es mucho más extenso que el texto en inglés.

lunes, 13 de diciembre de 2010
De subterráneos y sindicatos
En mis primeros días en DC, me sorprendió mucho oir numerosas quejas sobre el servicio del Metro. Mi reacción inicial era "se quejan porque no saben lo que es en Buenos Aires". Hoy les doy la razón a aquellos a quienes oí quejarse. Hoy, por ejemplo, pasó esto.
A diferencia de Metrovías, la empresa que administra el
metro (y los buses) de DC, WMATA, es pública. La recaudación por venta de boletos apenas cubre algo más de la mitad de los gastos operativos, esto es, sin contar ningún tipo de obra o adquisición de equipamiento nuevo. Así, los problemas financieros son importantes y los problemas políticos también.
Pero por esta vez quiero dejar eso de lado y centrarme en el sindicato. A diferencia de Argentina, en EE.UU. la afiliación sindical no es obligatoria. En este contexto, una herramienta que los sindicatos utilizan habitualmente para mantener afiliados es hacer que los trabajadores valoren la antigüedad en el mismo (en inglés, seniority). Así, uno quiere afiliarse al sindicato lo antes posible y no irse nunca. Una forma de implementar esto es permitir que aquellos con antigüedad elijan qué trabajo hacer y le dejen el resto a los jóvenes.
En el caso del Metro de DC, el objeto de esta práctica es el mantenimiento de las escaleras mecánicas, cuya asignación de mec
ánicos rota cada seis meses. Así, los mecánicos con antigüedad eligen trabajar en aquellas escaleras que saben que están en mejores condiciones y no hacen nada: en seis meses se la encajan a otro. Peor aún, los nuevos que tienen que trabajar en una escalera hecha pelota, no tienen incentivos para arreglarla: dentro de seis meses se van a tener que dar la cabeza con otra igual. Así, la situación de las escaleras mecánicas es un desastre y estas no son una mera comodidad: ya han causado accidentes con heridos y son necesarias dada la profundidad de muchas estaciones (una de ellas esta ubicada a tal profundidad que sólo es accesible por ascensores). Ah, más tarde se desató un escándalo porque se filtró que la empresa era consciente de que un accidente así era inminente.
Esta falta de incentivos afecta también a quienes hacen el manten
imiento de seguridad de los trenes (tanto más grave, sobre todo pensando en que el año pasado hubo tres accidentes fatales) y a la fuerza de seguridad (otro ejemplo).
Los derechos de los trabajadores también son un aspecto de suma importancia en este asunto, pero cuando los líderes del sindicato equiparan el despido de un empleado por cometer un acto criminal al volante con esclavitud, la cosa fue demasiado lejos.
La primera conclusión es que los problemas de agencia (horrible traducción, por cierto) existen en todos lados y pueden ser muy dañinos. Como decía Frank Sobotka, sin seniority no hay sindicato. El primer desafío es encontrar un contrato aceptable para el sindicato (a.k.a. incentive compatible) que no genere estos incentivos tan perversos que ponen en riesgo la vida de la gente que va a trabajar todos los días. El segundo desafío es ponerlo en práctica.
A diferencia de Metrovías, la empresa que administra el

Pero por esta vez quiero dejar eso de lado y centrarme en el sindicato. A diferencia de Argentina, en EE.UU. la afiliación sindical no es obligatoria. En este contexto, una herramienta que los sindicatos utilizan habitualmente para mantener afiliados es hacer que los trabajadores valoren la antigüedad en el mismo (en inglés, seniority). Así, uno quiere afiliarse al sindicato lo antes posible y no irse nunca. Una forma de implementar esto es permitir que aquellos con antigüedad elijan qué trabajo hacer y le dejen el resto a los jóvenes.
En el caso del Metro de DC, el objeto de esta práctica es el mantenimiento de las escaleras mecánicas, cuya asignación de mec

Esta falta de incentivos afecta también a quienes hacen el manten

Los derechos de los trabajadores también son un aspecto de suma importancia en este asunto, pero cuando los líderes del sindicato equiparan el despido de un empleado por cometer un acto criminal al volante con esclavitud, la cosa fue demasiado lejos.
La primera conclusión es que los problemas de agencia (horrible traducción, por cierto) existen en todos lados y pueden ser muy dañinos. Como decía Frank Sobotka, sin seniority no hay sindicato. El primer desafío es encontrar un contrato aceptable para el sindicato (a.k.a. incentive compatible) que no genere estos incentivos tan perversos que ponen en riesgo la vida de la gente que va a trabajar todos los días. El segundo desafío es ponerlo en práctica.
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