Mi parte favorita de la película Supersize Me es aquella en la que hablan de la comida que les ofrecen a los chicos en las cafeterías de las escuelas públicas. Allí cuentan que las escuelas se ven en una posición muy difícil en la cual, por cuestiones presupuestarias, acaban eligiendo un acuerdo con grandes empresas para ofrecer sus productos. Lo malo es que así suelen servir comida poco saludable y bebidas con mucho azúcar y calorías.
Por su parte, Brasil es un país bastante menos rico que Estados Unidos en el que la situación del párrafo anterior se reproduce a su manera. Ocurre que las empresas fuertes no son Coca-Cola o Pepsi sino la industria del café. En 2007, la asociación que la nuclea (ABIC), lanzó un plan para servir café con leche en las meriendas de las escuelas. En 2009, un estudio encargado por la propia ABIC mostró que un 80% de los niños de entre 9 y 10 años de las escuelas alcanzadas bebe café. Aunque nada se puede decir acerca del efecto del programa sobre esta cifra, pues no hay datos previos a su implementación, la ABIC explicita que uno de sus objetivos es "rescatar el hábito de tomar café con leche y formar nuevos consumidores". Mientras tanto, las empresas se encargan de producir artículos como este, acerca de por qué el café es bueno para los niños. También me entero de que existió un plan para proveer café fortificado a niños de Chiapas, en México pero desconozco si esto continúa vigente.
Por su parte, Brasil es un país bastante menos rico que Estados Unidos en el que la situación del párrafo anterior se reproduce a su manera. Ocurre que las empresas fuertes no son Coca-Cola o Pepsi sino la industria del café. En 2007, la asociación que la nuclea (ABIC), lanzó un plan para servir café con leche en las meriendas de las escuelas. En 2009, un estudio encargado por la propia ABIC mostró que un 80% de los niños de entre 9 y 10 años de las escuelas alcanzadas bebe café. Aunque nada se puede decir acerca del efecto del programa sobre esta cifra, pues no hay datos previos a su implementación, la ABIC explicita que uno de sus objetivos es "rescatar el hábito de tomar café con leche y formar nuevos consumidores". Mientras tanto, las empresas se encargan de producir artículos como este, acerca de por qué el café es bueno para los niños. También me entero de que existió un plan para proveer café fortificado a niños de Chiapas, en México pero desconozco si esto continúa vigente.
Como muchas otras cosas que comemos y bebemos, el café tiene múltiples efectos sobre nuestro cuerpo y nuestra salud, algunos de los cuales han sido estudiados en mayor profundidad que otros. Mi ignorancia en estos campos me impide opinar con fundamentos, pero de todas formas me choca darles a los chicos, antes de una clase, una bebida que los puede volver más revoltosos y les va a dar ganas de ir al baño. Así y todo, cada vez que leo sobre un efecto nocivo de la cafeína parece estar vinculado al exceso y no al simple consumo, incluso en niños.
Hablando de consumo, Brasil es apenas el 17º país en el ranking de consumo de café, con 5,8kg per capita por año. El ranking lo lidera Finlandia, con algo más del doble que Brasil (12kg) y luego sigue una serie de países con climas bastante fríos, lo cual no debe ser casualidad. Sin embargo, Brasil es el primero, por mucho, entre los países productores de café (le siguen Costa Rica con 3,8 kg y Nueva Zelanda con 3,7kg).
Así, no es que esto me parezca necesariamente malo y no es meramente acerca de la cafeína, que está presente en muchas otras bebidas y alimentos, como nuestro querido mate. Tan solo me resultó interesante cómo factores históricos, culturales y económicos influyen en algo como el alimento que se provee en las escuelas. Los mismos factores culturales, hicieron que a mí me resultara súmamente chocante la primera vez que leí que servían café en la escuela.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario