Desde hace mucho ya, se ha vuelto particularmente obscena la dicotomía kirchnerista - antikirchnerista en los medios de comunicación argentinos. En los últimos días aparecieron varias cosas que superan todo lo tolerable.
Más allá de que esto ya viene así desde hace rato, el "Télamgate" fue demasiado lejos. Sumado al candombe de Néstor, el abuso por parte de quienes están en el gobierno de los medios públicos es una burla a la gente. Por suerte, esto sacó a la luz que hay kirchneristas capaces de expresar una crítica a este tipo de cosas. Lástima que esos no están en el gobierno y que también están los obsecuentes que no critican "para no darle de comer a las fieras" o "para no hacerle el juego a la derecha". Mientras tanto, a algún pobrecito le hacen escribir notas sobre los partes de prensa de inflación del INDEC, como si las cifras fuesen ciertas.
Otro buen ejemplo es este, de algo que se ve cotidianamente en medios como El Argentino y Tiempo Argentino. Es evidente que los dos lados juegan a lo mismo.
Del otro lado de la vereda, el último ejemplo es la cobertura de la victoria de la candidata kirchnerista en Catamarca, que muchos blogs se apuraron en mostrar. Y La Nación no se queda atrás en su nota de ayer sobre la "obra públika" (sic). Si querés escribir así en tu blog, allá vos, pero en un medio de comunicación masivo no se puede publicar esa barbaridad. Es muy poco serio y tiene el efecto nocivo de socavar la credibilidad de las críticas válidas.
No es que uno sea un idealista que pretenda medios objetivos porque no existe tal cosa. Los medios siempre van a tener una línea editorial y eso no es necesariamente malo. Pero aquí ya se entabló una guerra abierta que lleva a publicar todo tipo de basura. Lamentablemente, así es muy frustrante leer a los medios argentinos. Eso es todo.
Más allá de que esto ya viene así desde hace rato, el "Télamgate" fue demasiado lejos. Sumado al candombe de Néstor, el abuso por parte de quienes están en el gobierno de los medios públicos es una burla a la gente. Por suerte, esto sacó a la luz que hay kirchneristas capaces de expresar una crítica a este tipo de cosas. Lástima que esos no están en el gobierno y que también están los obsecuentes que no critican "para no darle de comer a las fieras" o "para no hacerle el juego a la derecha". Mientras tanto, a algún pobrecito le hacen escribir notas sobre los partes de prensa de inflación del INDEC, como si las cifras fuesen ciertas.
Otro buen ejemplo es este, de algo que se ve cotidianamente en medios como El Argentino y Tiempo Argentino. Es evidente que los dos lados juegan a lo mismo.
Del otro lado de la vereda, el último ejemplo es la cobertura de la victoria de la candidata kirchnerista en Catamarca, que muchos blogs se apuraron en mostrar. Y La Nación no se queda atrás en su nota de ayer sobre la "obra públika" (sic). Si querés escribir así en tu blog, allá vos, pero en un medio de comunicación masivo no se puede publicar esa barbaridad. Es muy poco serio y tiene el efecto nocivo de socavar la credibilidad de las críticas válidas.
No es que uno sea un idealista que pretenda medios objetivos porque no existe tal cosa. Los medios siempre van a tener una línea editorial y eso no es necesariamente malo. Pero aquí ya se entabló una guerra abierta que lleva a publicar todo tipo de basura. Lamentablemente, así es muy frustrante leer a los medios argentinos. Eso es todo.
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